jueves, 11 de diciembre de 2008

Novelas de Toti Martínez de Lezea


Este verano descubrí esta novelista y leí dos de sus libros: La comunera y La herbolera. Me han gustado mucho, especialmente el primero, que descubre el lado humano, sobre todo el femenino de una parte de la historia que apenas conocía. Me emocionó y disfruté en la playa leyendo párrafos interesantes. Volví a casa y busqué información sobre el tema, me parecía estar reviviendo la novela. Es un libro que engancha.

Estoy deseando comprarme alguno más para disfrutar de su lectura.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Ya se acaba el 2008


Este era un año que aparecía desde hace tiempo como un año especial. El año de la Expo en Zaragoza, qué bien, cuantas cosas habrán ocurrido cuándo llegue la Expo, en el 2008. Qué mayores mis hijos, cuántos cambios en el trabajo, qué pasará con los mayores...Además supimos que tendríamos boda, también en el 2008...qué ilusión.

Todo llega y todo pasa, ya lo decía Machado. Es maravilloso el poder de adaptación que tenemos las personas. No nos imaginábamos cómo serían las cosas, no esperábamos algunos cambios, otros los deseábamos y no han ocurrido, pero nos adaptamos muy bien a todo, o bueno, nos adaptamos como podemos, pero sobrevivimos y afortunadamente aún pasamos buenos ratos. Mejores momentos, cuanto más difícil se tiene.

En el 2008 ya vamos cumpliendo años, nos acercamos peligrosamente al 50, hay que aprender a llevar la edad, la experiencia y los achaques, haciendo un cóctel en que domine lo de la experiencia y la vitalidad para evitar el cansancio. A esta edad sabemos muy bien que los buenos momentos hay que aprovecharlos, bien sea en la Expo, con los amigos, con los libros, en soledad a veces y por qué no, incluso con el ordenador, este invento maravilloso que podemos disfrutar.

jueves, 30 de octubre de 2008

Es verdad: el tiempo es oro

Me hacía mucha ilusión tener un blog, pensé que sacaría tiempo para escribir y que sería algo positivo, un entretenimiento nuevo.

El problema es es tiempo. No tengo tiempo de escribir porque no me queda un minuto libre. Leo, es verdad. También veo la televisión alguna noche... Pero son distracciones que me exigen menos esfuerzo.

Entre la cocina, el trabajo, los preparativos de boda, el inicio de curso, los hijos, los padres... las fiestas, los viajes... Demasiadas ocupaciones. Todo programado de antemano, mucho control. Y con lo que escapa al control, desesperación. Esto es así. No sé cómo podría cambiarlo. No puedo dejar de atender todas esas cosas. Son mi responsabilidad, y las responsabilidades no se pueden eludir.

Nada es eterno y sé que esta situación cambiará, seguro que pasado un tiempo, quizá me sobre el tiempo, pero de momento mi tiempo está tan ocupado, que lo de este blog no va a marchar mejor.

miércoles, 29 de octubre de 2008

FILOSOFÍA

Una amiga me envió este texto, que yo ya había leído hace tiempo y me gustó.

Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf.

Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.

El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vació dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf.

El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.

Después el profesor cogió una caja con arena y la vació dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime.

El profesor, rápidamente añadió dos cervezas al contenido del bote y efectivamente, el líquido llenó todos los espacios vacíos entre la arena.

Los estudiantes reían. Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo: "Quiero que os fijéis que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada mas nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas.

Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche.....

La arena es el resto de las pequeñas cosas.

Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo el nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes.

Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad.

Juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o tu afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua.

Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es arena".

Uno de los estudiantes levanto la mano y le preguntó que representaban las cervezas.

El profesor sonrío y le dijo: "Me encanta que me hagas esta pregunta!.La cerveza es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos cañas con un amigo"

martes, 5 de agosto de 2008

no puedo pensar mucho

No está siendo buena época para pensar, no, porque hay que afrontar la situación que se va presentando con los abuelos sin pensar demasiado cómo han sido y cómo están ahora, lo cruel del deterioro lentro, progresivo e imparable. Es duro y triste despedirse de ellos tan despacio, en vida, viendo cómo los pierdes poco a poco, cómo todo lo que les haces no es sufienciente, siguen siendo desvalidos y no puedes solucionar nada.

martes, 22 de julio de 2008

Una avería fácil de reparar

Ayer estuve apenada, desmedidamente preocupada por mi lavavajillas.
Desde el domingo por la tarde, en que detecté un atasco en el desagüe, estuve atareada con la lavadora, la ropa, el agua, la limpieza... pero lo peor es que después de que el fontanero eliminara con facilidad el atasco, mi lavavajillas sensible con válvulas de seguridad, con mecanismos electrónicos antiinuncación y todas las previsiones posibles...se negaba a funcionar.
Ya estaba yo temiendo la reparación, el tiempo que me iba a tardar en llegar el técnico, en la mala noticia de cambiar de lavavajillas... pero al llamar al técnico por teléfono, me sugirió una manera de repararlo, totalmente "a la antigua", es decir, manualmente, con un buen "meneo", volcarlo hacia un lado, eliminar el agua retenida, y así, de esa manera tan poco fina, los sensores ultrasensibles dejaron de estar en guardia, y vuelve a funcionar de maravilla.
¡Qué alegría y que tranquilidad! ¡Qué facil de solucionar!
Pero quizá la causa profunda de la pena y la preocupación que tuve ayer, no era la avería del electrodoméstico, sino que era una cosa más, otra que funciona mal, ...lo que faltaba...Ojala el bienestar de los que me rodean se pudiera reparar así de fácil.

miércoles, 16 de julio de 2008

Hoy me he comprado tres libros


Hoy he ido de compras, y como esta mañana he terminado el libro que estaba leyendo, y además estoy de vacaciones, había motivo más que sobrado.

Tres libros diferentes, La princesa de hielo, de Camilla Läckberg.

La Comunera, de Toti Martínez de Lezea.

El monje que vendió su Ferrari, de Robin S. Sharma.

Comenzaré por el primero.

Esta mañana, en mi largo desayuno literario de vacaciones, he terminado Mi país inventado, de Isabel Allende, que me ha gustado mucho, como todos los que he leído de ella. Pero me encantó sobre todo su último libro, La suma de los días, con el que me sentí muy identificada en muchos aspectos, me emocionaron algunos capìtulos y me reflejaba en algunos de sus comentarios sobre la familia, amigos, las penas...

ya tengo un blog

Me gusta leer algunos blogs. Disfruto leyendo opiniones, ideas, comentarios, pensamientos... Me parece interesante intentar escribir un poco. Es un motivo para pensar un momento, de ahí el título. Pero soy una novata impaciente, es decir, me lanzo al blog como a una piscina, sin saber nadar. Espero poder aprender con el uso, como todo lo que he aprendido en el ordenador.