martes, 22 de julio de 2008

Una avería fácil de reparar

Ayer estuve apenada, desmedidamente preocupada por mi lavavajillas.
Desde el domingo por la tarde, en que detecté un atasco en el desagüe, estuve atareada con la lavadora, la ropa, el agua, la limpieza... pero lo peor es que después de que el fontanero eliminara con facilidad el atasco, mi lavavajillas sensible con válvulas de seguridad, con mecanismos electrónicos antiinuncación y todas las previsiones posibles...se negaba a funcionar.
Ya estaba yo temiendo la reparación, el tiempo que me iba a tardar en llegar el técnico, en la mala noticia de cambiar de lavavajillas... pero al llamar al técnico por teléfono, me sugirió una manera de repararlo, totalmente "a la antigua", es decir, manualmente, con un buen "meneo", volcarlo hacia un lado, eliminar el agua retenida, y así, de esa manera tan poco fina, los sensores ultrasensibles dejaron de estar en guardia, y vuelve a funcionar de maravilla.
¡Qué alegría y que tranquilidad! ¡Qué facil de solucionar!
Pero quizá la causa profunda de la pena y la preocupación que tuve ayer, no era la avería del electrodoméstico, sino que era una cosa más, otra que funciona mal, ...lo que faltaba...Ojala el bienestar de los que me rodean se pudiera reparar así de fácil.

miércoles, 16 de julio de 2008

Hoy me he comprado tres libros


Hoy he ido de compras, y como esta mañana he terminado el libro que estaba leyendo, y además estoy de vacaciones, había motivo más que sobrado.

Tres libros diferentes, La princesa de hielo, de Camilla Läckberg.

La Comunera, de Toti Martínez de Lezea.

El monje que vendió su Ferrari, de Robin S. Sharma.

Comenzaré por el primero.

Esta mañana, en mi largo desayuno literario de vacaciones, he terminado Mi país inventado, de Isabel Allende, que me ha gustado mucho, como todos los que he leído de ella. Pero me encantó sobre todo su último libro, La suma de los días, con el que me sentí muy identificada en muchos aspectos, me emocionaron algunos capìtulos y me reflejaba en algunos de sus comentarios sobre la familia, amigos, las penas...

ya tengo un blog

Me gusta leer algunos blogs. Disfruto leyendo opiniones, ideas, comentarios, pensamientos... Me parece interesante intentar escribir un poco. Es un motivo para pensar un momento, de ahí el título. Pero soy una novata impaciente, es decir, me lanzo al blog como a una piscina, sin saber nadar. Espero poder aprender con el uso, como todo lo que he aprendido en el ordenador.