jueves, 27 de enero de 2011

Pastissets

¡Cómo me gustan los pastissets de boniato que hacen por Levante!
Este invierno he tenido ocasión de probar otros sabores: mermelada de naranja, chocolate, crema con almendras, nueces... Y están igual de ricos, porque el secreto no sólo es el relleno, sino la masa.
Hace tiempo ya que comencé a experimentar su elaboración, que es sencilla, pero siendo novata repostera, lo de las masas se me resistía. Con mucho empeño y tras buscar en la red varias recetas, he ido haciendo adaptaciones y la mía es la siguiente:

Ingredientes para la masa:
- 1 vaso de anis+vino dulce (200 ml)
- 2 vasos de aceite de oliva. (esta vez he puesto 1 y medio)
- tres cucharadas soperas de azúcar.
- 750 g. de harina, como punto de partida, pero puede admitir más.

En La Cocinera, programa 1, sólo el tiempo de amasado.
También se puede amasar de forma tradicional.
Se aplana con el rodillo y se cortan círculos. Se rellena, se cierra, simplemente con el dedo, se baña con huevo batido y se echa azúcar glas por encima.
Hornear a 180º, hasta que se doren.
Esta vez el relleno ha sido con mermelada y con chocolate fundido.
Han quedado muy ricas, pero desde luego merece la pena probar las tradicionales que son de dulce de boniato.

Ahora que mi blog se ha endulzado con estas últimas entradas, hago honor al premio concedido por mi amiga Maite, que en su blog Don Camilo y Caldereta, se va superando día a día mostrando las recetas fabulosas que elabora.

viernes, 21 de enero de 2011

Pastel para los días de frío


Borracho de albaricoque es el nombre de la receta que hay en mi libro de La Cocinera. Admite variaciones y combinaciones diferentes, pero seguro que el resultado es jugoso y sabroso.
Ya lo siento, es tiempo de dietas, pero sobre todo de cafés y de tertulias y es muy indicado para endulzar una tarde de frío ahora que ya nos hemos acabado los turrones, creo...
Ingredientes:
4 huevos
200 ml de leche
200 g. de azúcar
3 rebanadas de pan de molde sin corteza.
150 g. de mermelada de albaricoque
un sobrecito de levadura de repostería
60 ml de licor de albaricoque*
Yo le puse de melocotón, y otras veces lo he hecho con ron, con otras mermeladas...
En la receta original ponía más azúcar, pero con ese es suficiente.
Batir todo y hornear.
En La cocinera, todos los ingredientes a la cubeta, programa 17.
Se puede servir cortado sobre moldes de papel, como un pastelito borracho.

jueves, 13 de enero de 2011

Libros sobre el vino


Estas vacaciones leí "El hijo de la vid", de Carlos Clavijo. Se trata de una novela histórica, que en algún capítulo se convierte en guión, en otros en reportaje, pero que en conjunto mantiene el interés, entretiene, da una visión de la historia española de este último siglo y en concreto de una zona agrícola y vinícola. Resulta fácil leerla, está bien documentada.
Siempre es de agradecer que se hagan libros en los que se ensalce y dignifique a las personas que trabajan la tierra pero que a la vez son auténticos sabios, investigadores, aventureros, emprendedores, valientes... con vidas en las que caben también todo tipo de emociones y sentimientos.
Al leer este libro he recordado en todo momento, porque de alguna forma encuentro paralelismos, otra novela, conocida sobre todo por la fama de su autor. Quién no ha leído algo de Noah Gordon...

"La bodega" es otra novela histórica, situada en una zona vinícola y en una época de la reciente historia de España. Sobre esta novela se han lanzado opiniones y valoraciones de todo tipo, que la comparan inevitablemente con sus obras anteriores. Quizá no esté a la altura de El Médico, Chamán...de El último judío...y tantas otras que nos han hecho pasar tan buenos ratos, pero como la anterior, dedican sus páginas a una actividad y un mundo, el mundo de la vid y el vino que por muchas razones también puede apasionar.

miércoles, 5 de enero de 2011

El hayedo del Moncayo


La otra tarde el Moncayo estaba azul, con poca nieve, manchas blancas sobre el manto azul de frío que cubre la montaña.
Pero ayer casi no se veía, sólo se adivinaba su silueta gris como flotando sobre el horizonte. Las mañanas soleadas de invierno parece más grande, sobre todo cuando la nieve cubre casi toda la cumbre y llega hasta las faldas. También parece inmenso en pleno verano, cuando el verde oscuro se aprecia desde la distancia, sobre todo por la tarde, cuando el sol se acerca para esconderse ahí al lado.
Pero otros días parece que ha encogido, se ve una montaña lejana, cuando quizá el día anterior se había visto enorme, como un gigante que te espera para abrir los brazos y atraparte...
Azul, verde, marrón, gris, blanco... los colores de la montaña a veces en contraste y a veces confundiéndose con el horizonte... En otoño según la luz, y dependiendo si ese día decide mostrarse majestuoso, pueden apreciarse las capas de diferente colorido: el robledal, el hayedo, el pinar, la cima pedregosa...distintos tonos: verde oscuro, verde claro, marrón, verde oscuro, gris...de abajo arriba, en ese orden exacto.
Pido prestada la fotografía de internet y aconsejo comenzar a conocerlo a partir de esta página: El parque natural de la dehesa del Moncayo. Mis fotos están con familia, con amigos, un entorno maravilloso para encontrarse y dar un paseo.
Mis recuerdos están ahí también. De niña, cuando aún se podía hacer fuego y una buena comida. En mi juventud, a escasos metros de la cima... qué dificultad para respirar... Con mis hijos, con alumnos, con compañeros, con amigos... y los mejores, los últimos, con mi compañero perfecto que sabe el momento en que hay que coger el coche, recorrer sin pereza la distancia que nos separa, aparcar en el hayedo y dejarse llevar por las sendas maravillosas haga frío o calor, da igual, en otoño está perfecto, pero la última primavera que estuvimos, con las yemas puntiagudas a punto de abrirse, las hayas no pudieron protegernos de la nevada que nos cayó encima. Menuda sorpresa...A correr, a reírnos, a desconectar y a recargarse de energía por las alturas.